¿Cómo volverte un Profesional?
Aceptémoslo, todos tenemos momentos en los cuales no nos apetece trabajar, ya sea porque estamos haciendo algo que no nos gusta hacer…
O porque estamos haciendo algo que se sale de nuestra zona de confort y que sabemos que va a suponer una mejora importante, pero nuestro cerebro lo ve como una amenaza a ese confort y nos intenta disuadir de hacerlo.
Hoy quería hablar sobre cómo superar esta segunda razón por la cual no hacemos lo que ¨sabemos¨ que deberíamos hacer.
La estrategia es simple.
La estrategia es tener una práctica, y esto significa el tener una práctica de forma regular y constante; y hacer el trabajo cada día.
La noción de que haces el trabajo aquí, ahora, de esta forma, incluso cuando no te sientes con ganas de hacerlo, es esencial.
Porque muchas personas son creativas cuando lo sienten así (cuando les viene la inspiración), pero tú sólo vas a convertirte en un profesional si lo haces incluso cuando no te apetece.
Y ese permiso emocional es la razón por la cual este es tu trabajo y no tu hobby.
———-
(Aparte, como en el teatro)
El síndrome del impostor, el entregar tu arte una vez que lo has creado, es difícil de superar por dos razones:
-
Te abre a la crítica
-
Te pone en un mundo donde alguien sabe lo que haces.
Lo que significa que mañana también tienes que saber tú qué estás haciendo.
Y, sin darte cuenta, acabas de firmar el contrato por una vida de saber lo que estás haciendo.
Es mucho más fácil quejarte y auto-sabotearte y culpar al cliente, al sistema, a la economía…
Esto es de lo que te tienes que esconder, ese ruido en la cabeza que dices que no eres lo suficientemente bueno.
———-
¿Cómo de profesional puedes ser?
En el nivel amateur, las únicas habilidades que posees son la capacidad de tirar la toalla, asustarte de las oportunidades, tener muy claro cuáles son tus ¨derechos¨ y, en general, cualquier cosa que se entrometa en tu camino.
Cuando te vuelves un profesional, todo eso cambia.
En este estado, ya no necesitas ayuda para respirar.
Ya tienes pulmones, te mantienes sobre tus dos piernas y hablas en frases completas, con sentido.
Y estás empezando a tener en cuenta la calidad.
Estás adquiriendo el oficio, experiencia y habilidad.
Has creado un producto que funciona, que proporciona valor a otros, y que se mantiene por sí mismo en el mercado.
¿Eres ya un Profesional?
Sí y No.
Sólo lo has hecho una vez.
¿Puedes hacerlo una segunda?
Una vez que puedes volver a hacerlo una y otra vez, ya puedes empezar a hablar de lo que estás haciendo como si fuese una profesión.
¿Puedes lidiar con el éxito?
¿Puedes resurgir después del fracaso?
¿Puedes delegar?
¿Puedes subcontratar?
¿Puedes trabajar con otros?
¿Puedes volverte y ayudar a la siguiente generación que viene después de ti?
¿Qué es un profesional?
Un profesional es alguien que puede seguir trabajando a un gran nivel de esfuerzo y de rendimiento, sin importar lo que pase en esos momentos a su alrededor o en su cuerpo.
Un profesional aparece cada día.
Un profesional juega lesionado.
Un profesional no se toma ni el éxito ni el fracaso de forma personal.
Al final, el ser un profesional se refiere al trabajo en sí mismo.
Un profesional se vuelve más joven y más inocente a medida que va ascendiendo peldaños.
Es una paradoja.
Desarrolla una práctica, y esa práctica se vuelve más simple y menos orientada hacia ti mismo a medida que pasa el tiempo.
Asciendes los peldaños del profesionalismo mediante un proceso de rendición.
Te rindes a tu don, cualquiera que sea.
Te entregas a las musas y al proceso.